sábado, 20 de junio de 2009

Las chuzadas: ¿Cuál es el fondo del problema?. Horacio Brieva

Seguimos con esta historia.
¿Qué pasará en Barranquilla y el país, a raíz de este situación?
Siento que Horacio Brieva, uno de nuestros colegas de la Red de Periodistas del Caribe Colombiano, REDCARIBE, hace un análisis juicioso del tema, por eso lo presentamos.
Su pluma es certera. Un día se lo dije y se lo ratifico por este medio nuestro...
Leer a Horacio es placentero, para el debate, porque es claro, prudente y conoce mucho lo que ha sucedido en nuestra urbe.

Leámoslo con calma.


Luis Emilio Rada C.



¿Cuál es el fondo del problema?
Por Horacio Brieva

Voy a aventurar una hipótesis sobre los últimos acontecimientos que provocaron una gran borrasca mediática en Barranquilla. No pretendo elevarla a categoría de verdad revelada.

Para mí el asunto radica en una tensión histórica no resuelta entre los políticos y los gremios del empresariado. Como corresponde a la lógica, aquí han gobernando los políticos pero la percepción es que no lo han hecho bien porque en su balance prevalecen los manejos que condujeron, a través de décadas, a que los gobiernos locales no dieran respuesta a las demandas sociales de la ciudad; en razón de ello, colapsaron los servicios públicos y sociales y se hicieron abismales las diferencias entre estratos. Esta dinámica destructiva de la ciudad derivó obviamente en que los políticos fueran vistos, desde la esfera privada, como el lado feo de Barranquilla, como su parte corrupta. Entre tanto, los políticos, para defenderse y siempre evadiendo su responsabilidad, optaron por las descalificaciones agresivas a los gremios económicos.

En ese contexto, la concurrencia de los sectores público y privado emergió como una imposibilidad. Esa grave fractura la constaté yo, de primera mano, en los tiempos del Movimiento Ciudadano en los que dominó el desdén a cualquier alianza con el empresariado sustentado en una burda retórica anticapitalista, pero a la vez, con ánimo notoriamente predatorio, se montaron negocios muy rentables con ciertos grupos privados. Al perder racionalidad y eficacia la institucionalidad, una de cuyas responsabilidades es facilitar las condiciones para el desarrollo de la economía, el empresariado o, por lo menos, un sector significativo se planteó llegar a la Alcaldía en 2003 con Guido Nule. Pero los políticos ganaron.

El empresariado decide entonces jugar de nuevo en 2007 con Alejandro Char, pero esta vez aliándose con los políticos. Sin embargo, esta convergencia empezó a resentirse cuando Char comienza a tomar medidas que, por supuesto, no podían ser del agrado de los políticos: recorte de la burocracia pública, ataque a concesiones y otras. Como bombardear a Char, el mejor Alcalde del país según las encuestas, sería una equivocación política y mediática, parece que el objetivo es minar la credibilidad del empresariado representado en Char. La vía ha sido golpear a los privados que más exposición pública han tenido; caso Arturo Sarabia, el ex presidente del Comité Intergremial, quien durante unos 27 años ha estado en la vida pública en el bando opuesto de los políticos tradicionales y pseudo renovadores. Las ‘chuzadas’ ilegales fueron el arma elegida.

Lo que buscan los políticos (Manuel María Márquez es sólo un instrumento a quien le canalizaron su resentimiento antigremial) es deslegitimar a los privados, presentarlos como fariseos, como gente de doble moral. Es un escenario en el que ganan los políticos porque todo el mundo quedaría invalidado para hablar de ética. Resolver esta tensión histórica, a favor de la ciudad, es hoy la más compleja tarea de Barranquilla.