lunes, 10 de agosto de 2009

II Asamblea de FECOLPER, en Bucaramanga.

El lun 10-ago-09, FIP Colombia escribió:


De: FIP Colombia
Asunto: Informe de II Asamblea Nacional FECOLPER
A: "FIP Colombia"
Fecha: lunes, 10 agosto, 2009, 7:14 pm

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Informe de la nueva Junta Nacional de FECOLPER, sobre el desarrollo de nuestra II Asamblea Nacional

Más de 60 delegados de la mayor parte de organizaciones afiliadas a FECOLPER eligieron nueva Junta Directiva nacional, Fiscal y Tribunal de Ética, y efectuaron una importante reforma estatutaria el pasado sábado, en el marco de la II Asamblea nacional, realizada en la ciudad de Bucaramanga, los días 7 y 8 de agosto.

El primer día de Asamblea, la saliente Junta Directiva presentó su informe de gestión de dos años, así como el Plan estratégico que guiará los destinos de la Federación los próximos años, un Plan de Trabajo –que ajustará la nueva Junta- para el próximo periodo, y los resultados del Censo Nacional en el que fueron encuestados 1.100 colegas afiliados, la más importante encuesta que se haya realizado para determinar el perfil laboral y social del periodista colombiano.

En horas de la tarde, todos los delegados visitaron el Cañón del río Chicamocha, gracias a la gestión realizada por la Corporación de Periodistas y Comunicadores de Santander, organización anfitriona del evento que, junto con el Centro de Solidaridad de la FIP, fue responsable de la logística de la Asamblea.

Finalmente, el día 8, fue elegida la nueva Junta Directiva:

Presidente: Eduardo Márquez, Ceso FIP, reelegido por unanimidad.

Vicepresidenta: Diva Luz Acuña, Asociación de Comunicadores Sociales del Atlántico.

Suplente: José Sarmiento, Asociación de Periodistas y Comunicadores de Sucre.

Secretaria General: Glemis Mogollón, Asociación de Periodismo de Antioquia.

Suplente: Ricardo Rodríguez, Corporación Boyacense de Periodistas.

Tesorera: Melitza Quintero, Círculo de Periodistas de Valledupar.

Suplente: Hydamis Acero, Corporación de Periodistas de Barrancabermeja y el Magdalena Medio.

Vocal 1: Carlos Alberto Bermúdez, Corporación de Periodistas y Comunicadores de Santander.

Suplente: Ángel María León, Corporación de Periodistas de Arauca.

Vocal 2: Jhon Fredy Franco, Círculo de Periodistas de Caldas.

Suplente: Luis Emilio Morillo, Asociación Nariñense de Periodistas.

Vocal 3: Indira Lorduy, Asociación de Trabajadores de Medios de Comunicación de Caquetá.

Suplente: Manuel Barrantes, Corporación Unión de Periodistas de Buenaventura.

Fiscal: Luis Alberto Marín, Círculo de Periodistas de Cartago.

Suplente: Jairo Baena, EAT Periodistas de Bolívar.


TRIBUNAL DE ÉTICA:

Ariadne Villota, Corporación Caucana de Periodistas.

Luz Patricia Vargas, Asociación de Periodismo de Antioquia.

Édgar Torres, de Asociación de Periodistas de Quindío.

Suplente: Angélica Obando, Asociación de Comunicadores Sociales del Atlántico.

Vale la pena destacar, en la nueva Junta, la amplia y variada participación regional. Por otra parte, la alta representación femenina, con cuatro cargos principales y una suplencia, y dos curules en el Tribunal de Ética. Este hecho refleja la nueva realidad del mercado laboral en los medios de comunicación colombianos.

Sin embargo, la Asamblea no estuvo exenta de dificultades. La primera de éstas se presentó en el informe Financiero y de Tesorería, pues no llenó las expectativas de los delegados, debido a una presentación demasiado general que mostró los aportes de las organizaciones afiliadas y el estado actual de cuentas, pero que carecía de la tabla de ingresos y egresos, así como de sus respectivos soportes. Por esta razón la Asamblea determinó no aceptar el informe, nombrar una Comisión de Verificación compuesta por tres delegados que lo recibirá en un plazo máximo de 20 días, para, posteriormente, enviarlo a todos los presidentes.

El segundo tema controversial fue el relativo a las cinco organizaciones que nunca pagaron la inscripción a FECOLPER y, por lo tanto, tampoco las cuotas mensuales durante los dos años de existencia de la Federación. Dos posturas debatieron el tema: una primera, mayoritaria, apoyó la decisión de la Junta Directiva de considerar a estas organizaciones como No Afiliadas, dado que no habían aportado, mínimamente, la inscripción que les daba ingreso a FECOLPER. Por otra parte, los delegados argumentaron que permitir su presencia en la Asamblea, habría significado un castigo para quienes han realizado sus aportes. La segunda postura, calificó la medida de excluyente y lesiva del fortalecimiento de nuestra organización nacional.

Finalmente, se realizó un debate sobre el derecho o no, al voto, de seis organizaciones presentes en la Asamblea que no estaban a paz y salvo de Tesorería, por haber hecho aportes parciales, pero que no habían realizado sus aportes hasta el 31 de julio.

Respecto a este tema y ante una postura mayoritaria que le reconocía derecho a voz pero no a voto a la delegación de Nariño, el Presidente de la Asociación del Periodistas del Meta anunció el retiro de su delegación de la Asamblea, para dejar sentada su protesta. Ese gesto fue apoyado por la delegación de la Asociación de Periodistas del Huila, que también se retiró del recinto.

Posteriormente y dado que tanto el Presidente como la Secretaria de la Asamblea eran miembros de las organizaciones que se retiraron, la Asamblea nombró a dos nuevos delegados en esos cargos y continuó las deliberaciones.

La primera decisión tomada fue la de habilitar con derecho a voto a los delegados de las seis organizaciones presentes con deudas pendientes, bajo el compromiso de pagar el saldo en un plazo máximo de 45 días.

Entre tanto, a la plenaria llegó una propuesta de un delegado de ASOPEMET: suspender la Asamblea y terminarla, posteriormente, con una reunión de todos los Presidentes de las organizaciones afiliadas a FECOLPER, incluyendo, a aquellos de las organizaciones suspendidas.

La propuesta no fue aceptada por la Asamblea, que procedió a realizar la votación para nombrar miembros de la nueva Junta Directiva, Fiscalía, Tribunal de Ética y las respectivas suplencias, luego de verificar, por segunda vez, el quórum.

Para terminar la jornada, los más de 60 delegados debatieron y votaron una importante reforma estatutaria, que permitirá superar varias falencias en nuestra organización, detectadas durante los dos años de existencia.

Entre las adiciones estatutarias, se aprobó:

La creación de un capítulo internacional de FECOLPER, al que se pueden afiliar periodistas colombianos residenciados en el exterior.

Ampliar las funciones de la Federación para realizar actividades pedagógicas, de producción de medios y económicas, que no contemplan los anteriores estatutos.

Exigencia de un mínimo de cuatro años de experiencia a los colegas empíricos.

Creación de la Secretaria de Género y una vocalía adicional.

Unificación del monto de inscripción de las nuevas organizaciones, con el de las fundadoras.

Establecimiento del sistema de planchas, para la elección de Junta Directiva, Fiscalía y Tribunal de Ética.

Exigencia de un programa a los candidatos para cargos directivos de FECOLPER.

Exigencia de mínimo un año de afiliación a la Federación para que un delegado pueda aspirar a cargos directivos.

Finalmente, fueron incorporados al Código de Ética de FECOLPER el Protocolo de la FIP para el cubrimiento de la violencia contra las mujeres y las directrices y principios para el cubrimiento de eventos que involucren niños y niñas.

La Junta Directica de FECOLPER quiere hacer un vehemente llamado a la unidad a todas sus organizaciones afiliadas, en este primer informe. Solamente unidos podemos mantener la capacidad de interlocución y de respeto que, metro a metro, hemos ganado en estos dos años de existencia. Solamente actuando de manera coordinada y concertada, podremos cumplir las metas de dignidad para nuestro trabajo, mejoramiento de la calidad de la información y fortalecimiento de la democracia en nuestro país que nos hemos trazado.

Construir este proyecto nos ha costado cinco años de arduo trabajo regional, nacional e internacional que no podemos desperdiciar en debates que se resuelven mediante el civilizado mecanismo del diálogo. Las diferencias siempre existirán, porque el pensamiento de nuestros afiliados, por suerte, es tan variado como la confluencia de razas y culturas que moldearon nuestra nacionalidad.

Los conflictos jamás serán un problema sino la manera como se resuelvan. Mucho sabemos de la intolerancia, porque como reporteros hemos tenido que verle el rostro en los campos de batalla, en la mirada ausente de los niños sin futuro, en el festín de la política tradicional. Nuestro reto es romper el eslabón que nos ata a la reiterada negación del contrario, a la frágil arrogancia que convierte en personal lo que es político, a la ofensa frente a lo que es distinto.

Tengan por seguro que la nueva Junta Directiva nacional hará un particular esfuerzo para resolver la situación de las organizaciones que no cumplieron con los requisitos de afiliación. Desde ya los invitamos a proponer y encontrar fórmulas que nos permitan, a todos, permanecer en nuestra Federación Colombiana de Periodistas. No podemos apelar al pesimismo, cuando apenas tenemos sembrados los cimientos de nuestra organización nacional y aún falta un largo camino por recorrer.

Agosto 10 de 2009

JUNTA DIRECTIVA NACIONAL DE FECOLPER

Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER.

La FECOLPER representa a más de 1300 periodistas en 22 departamentos del país.

Afiliada a la Federación Internacional de Periodistas, FIP

La FIP representa a más de 600 mil periodistas en 126 países.
...
Pd:
Mis Comentarios:

Bueno colegas, un abrazo para todos:

Para mi fue un placer estar con todas y todos en Bucaramanga. Debemos felicitarnos.

Podemos decir que al final salimos bien librados, en general. Pero me preocupa la situación de los amigos de Meta y Huila. Y siento que es un deber hacer un análisis de esa situación.

Lo que nos acaba de enviar la Junta Directiva lo comparto, casi todo y me gustan estos últimos párrafos:

“La Junta Directica de FECOLPER quiere hacer un vehemente llamado a la unidad a todas sus organizaciones afiliadas, en este primer informe. Solamente unidos podemos mantener la capacidad de interlocución y de respeto que, metro a metro, hemos ganado en estos dos años de existencia. Solamente actuando de manera coordinada y concertada, podremos cumplir las metas de dignidad para nuestro trabajo, mejoramiento de la calidad de la información y fortalecimiento de la democracia en nuestro país que nos hemos trazado.

Construir este proyecto nos ha costado cinco años de arduo trabajo regional, nacional e internacional que no podemos desperdiciar en debates que se resuelven mediante el civilizado mecanismo del diálogo. Las diferencias siempre existirán, porque el pensamiento de nuestros afiliados, por suerte, es tan variado como la confluencia de razas y culturas que moldearon nuestra nacionalidad.

Los conflictos jamás serán un problema sino la manera como se resuelvan. Mucho sabemos de la intolerancia, porque como reporteros hemos tenido que verle el rostro en los campos de batalla, en la mirada ausente de los niños sin futuro, en el festín de la política tradicional. Nuestro reto es romper el eslabón que nos ata a la reiterada negación del contrario, a la frágil arrogancia que convierte en personal lo que es político, a la ofensa frente a lo que es distinto.

Tengan por seguro que la nueva Junta Directiva nacional hará un particular esfuerzo para resolver la situación de las organizaciones que no cumplieron con los requisitos de afiliación. Desde ya los invitamos a proponer y encontrar fórmulas que nos permitan, a todos, permanecer en nuestra Federación Colombiana de Periodistas. No podemos apelar al pesimismo, cuando apenas tenemos sembrados los cimientos de nuestra organización nacional y aún falta un largo camino por recorrer”.

LAS VOCES DE META Y HUILA

Me gustaría escucharlas. Leerlas… por ahí, nos conectamos por Facebook, y la idea es que los sigamos haciendo…

En medio del debate, conversé mucho con Alcides Jáuregui, de Meta; y con José Ignacio Valencia, de Huila.

Para mí, dos líderes muy importantes.

Y les dije muchas cosas. Una, por ejemplo, que a pesar de ser unos grandes líderes, les cortaron los sueños a sus inquietos e inteligentes jóvenes que los acompañaron a Bucaramanga.

Varios de los colegas (Edgar Fontalvo y Fabio Ortíz), para mencionar dos nombres de Atlántico, hicieron ingentes esfuerzos para que conciliáramos las diferencias, pero no fue posible.

Yo le dije a Alcides: “tu has gozado la vida. Tienes 70, permite que estos chicos la gocen también”.

Y lo reitero, comparto el informe de la Junta, cuando anota que debemos unirnos, en vez de debilitar a Fecolper, que es una flor que apenas arranca.

También le hice unos comentarios a José Ignacio. Lo acompañé al hotel, después de que se retiraron del recinto y estuve un rato en el coctel acompañando a los colegas de Bucaramanga que se lucieron.

Me gustaría que Alcides y José Ignacio nos presentaran su visión de la Asamblea. Para muchos de nosotros, esa visión en importante.

Un saludo para todo el grupo y gracias por permitirme estar con ustedes.

Luis Emilio Rada C.

Acsa: Asociación de Comunicadores Sociales del Atlántico.


RADAR ECONÓMICO
Un Cuarto de SIGLO
Narrando la historia

LUIS EMILIO RADA CONRADO
Director
www.radareconomicointernacional.blogspot.com/
301 7273 633/311 803 4305

¿Cómo miran al presidente Alvaro Uribe?. Leamoslo.

Como miran y analizan desde otras latitudes lo que está pasando en Colombia, en América Latina y en el mundo los otros colegas.
Javier Díaz tiene su blog y entrevistó a Carlos Lozano y este señor dijo, en medio de la charla leimos: !Uribe es un coloso con pies de barro".

¿Por qué dijeron eso?
Vamos a leerlo.

Luis Emilio Rada C.

Pd: Datos personales
ARGENPRESS
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Prensa argentina para todo el mundo

lunes 10 de agosto de 2009

Entrevista con Carlos Lozano, director del diario Voz de Colombia: Uribe es un coloso con pies de barro

Javier Díaz

Javier Díaz: En la década de los años 80 estuve en Colombia, eran los tiempos en que los paramilitares cazaban a diario a directivos y miembros de la Unión Patriótica. Después seguí de cerca los acontecimientos colombianos, siempre convulsionados, como si el país fuera un huracán permanente, pero ahora que vuelvo a Colombia encuentro una situación casi que indescifrable. Uribe imbatible en las encuestas, aislado en el exterior, pero también afectado por escándalos y situaciones casi que aberrantes, que en cualquier país europeo o latinoamericano serían casi que suficientes para ponerle fin a un Gobierno de estas características. ¿Cómo analiza usted esta situación?.

Carlos Lozano: La historia de Colombia es de profundas contradicciones. El proceso nunca ha sido plano, más bien dinámico y complejo. Con frecuencia le escucho decir a los extranjeros, en especial a los diplomáticos, que aquí no se aburren, cada día está plagado de noticias sorprendentes. Esta es una realidad. Nuestra historia es violenta y no por una especie de instinto de los colombianos a ser explosivos, a reaccionar con virulencia, como algunos analistas lo creen y hasta lo aseguran, incluyendo aquellos que se dicen “colombianólogos”. La historia republicana, después de la epopeya bolivariana, gestó una clase dominante en el poder muy violenta. Se acostumbró a gobernar mediante la violencia, por lo regular esa clase siempre aplastó al contradictor. La primera experiencia no fue la Unión Patriótica en los años ochenta del siglo XX, antes fue también así. La “seguridad democrática” uribista es copia del “estatuto de seguridad” del gobierno de Julio César Turbay Ayala, al final de la década de los setenta del siglo pasado, así como ambas de la “ley de los caballos” de Rafael Núñez en las últimas décadas del siglo XIX. La violencia ha sido siempre una constante, impuesta “desde arriba”. Es lo que hace tan precaria, casi inexistente la democracia, aunque en la apariencia ésta existe, porque hay el sufragio universal y otras arandelas burguesas. La oligarquía colombiana siempre le cerró el paso a la democracia burguesa y al Estado Social de Derecho establecido en la letra muerta de la Constitución Política de 1991. Al que algunos, en el colmo de la exageración, le dan el alcance de revolución del siglo XX en acuerdo con los partidos tradicionales. El origen del conflicto colombiano está en esta práctica sempiterna de la clase dominante. Es la responsabilidad histórica de los dos viejos partidos tradicionales, liberal y conservador, que siempre se unieron, aún en los momentos más difíciles, para defender los intereses de la minoritaria clase dominante oligárquica.

La época del uribismo no se substrae de esta realidad. Es la síntesis de todo esto, pero en su peor edición en mucho tiempo. Uribe es lo peor que le ha podido pasar a Colombia en muchos años. Con el agravante que su mesianismo demagógico y la utilización mediática le da dividendos. Uribe es imbatible en sus propias encuestas que son indescifrables, porque no puede entenderse que en un país donde la participación electoral no llega ni al 50 por ciento, pueda una encuesta otorgarle 70 o más por ciento de aceptación a un mandatario tan mediocre y poco estadista como Uribe. Como buen politiquero y gamonal en el sentido estricto de la expresión, aunque también en el sentido político, Uribe supo construir su entramado electoral, a partir del paramilitarismo y de alianzas de dudosa ortografía. Así como en la utilización del dinero público, repartido a diestra y siniestra, para favorecer con migajas proyectos populistas como Familias en Acción, Familias Guardabosques, las redes de informantes, entre otros. Igual, con la conformación de la enorme fuerza armada, con mucho respaldo, de casi medio millón de militares y policías, con padres, esposas, hermanos e hijos tras el mesías timonel. Esta es su base social. Su maquinaria electoral. No es despreciable. Por esta razón, todo ello es muy precario aunque dañino, Uribe es una especie de coloso con pies de barro.

J.D. ¿Cómo es la economía, porque según el FMI y el Banco Mundial la economía colombiana es de las más estables? ¿No será que a eso se debe el poder de Uribe en Colombia?

C.L. Al presidente le correspondió una larga etapa de seis años del primerio y segundo Gobierno con bonanza económica favorable. Fue una coyuntura positiva que permitió un crecimiento sostenido de la economía, aunque en niveles moderados en comparación con otros de América Latina y el mundo. Aunque es necesario señalar que ese crecimiento sólo favoreció a los grupos económicos y a los capitalistas, en particular al capital financiero. No es casual que Luis Carlos Sarmiento Angulo, el caimacán del sector financiero sea el más ferviente uribista y en ocasiones hasta con arrebatos de gamonal le da órdenes de lo que se debe o no hacer. A pesar del crecimiento la pobreza se extendió en el país y el colapso del sector agropecuario es evidente.

Siete años después se le acabó la gasolina a la bonanza económica. La crisis global del capitalismo afecta la estructura económica y social del país, aunque Uribe y sus ministros lo negaron por mucho tiempo. Técnicamente estamos bajo los rigores de la recesión económica y en la realidad, con el reconocimiento de los empresarios y centros de estadística y estudio burgueses, se estima que las cifras son negativas. El desempleo crece más de lo esperado y la principal fuente de trabajo es la informalidad, el empleo temporal. No es gratuito que sectores de la burguesía, aunque reivindicando la gestión de Uribe, se pronuncien en contra de la segunda reelección y de su tercer mandato presidencial. Las contradicciones en el uribismo son una realidad y desgastan la gobernabilidad del mesías de la ultraderecha.

J.D. ¿Entonces, para usted Uribe es un coloso, un gigante con pies de barro?

C.L. Sí, así lo creo. No es tan imbatible como dicen sus aduladores. Menos un Supermán por mucho que se arrodille ante el imperio del norte para que lo apoyen en la reelección y en la guerra.

J.D. ¿Qué logrará Uribe en esta gira que inició por América del Sur?

C.L. La pregunta es: ¿A qué le teme el señor Uribe Vélez? ¿Por qué no va a poner la cara en UNASUR? ¿Por qué le teme al debate con sus colegas por el tema de las bases militares y de la conjura con los gringos contra Chávez y Correa? ¿Qué lo avergüenza si es que aun siente vergüenza? No creo que logre mayor cosa en el periplo, organizado a la carrera y con mucha improvisación. El general Freddy Padilla de León, ministro encargado de Defensa, fue desafiante con América del Sur. En el mismo momento en que Uribe Vélez comenzaba la “gira muda”, el general Padilla informó con cinismo que serán siete las bases en lugar de tres. De la misma manera, el vicepresidente Santos arremetió contra Rafael Correa y los opositores o críticos de las bases gringas. La realidad es que el tema de las bases militares y de las provocaciones contra Venezuela y Ecuador será parte de la Cumbre de Quito. No me cabe la menor duda. Uribe está cada vez más solo en el continente. Ni siquiera Obama se la juega por él como lo haría Bush. Ojalá esto despierte más solidaridad y definiciones en América del Sur sobre el caso colombiano.

J.D. El Gobierno dice que no son bases militares sino cooperación con Estados Unidos y es un asunto soberano de Colombia.

C.L. Ese cuento no se lo cree nadie. Lo ha dicho Padilla de León (Ministro de Defensa encargado y comandante de las Fuerzas Militares. Nota de J.D.): la presencia estadounidense es en siete bases colombianas, que serán adecuadas por los gringos y con su tecnología. El acuerdo, según Uribe, es para combatir el narcotráfico y el terrorismo. Lo cual puede abarcar todo pues es el fantasma con el cual Estados Unid os profundizó la intervención militar en el mismo tiempo. Así que tendremos a los “monos” americanos interviniendo en los operativos militares contrainsurgentes; y seguramente espiando a los países vecinos, para el Gobierno de Estados Unidos Venezuela y Ecuador son amigos de los terroristas. No es casual que en Colombia, en Estados Unidos, en España y en otros países los medios de comunicación falaces se hayan dedicado a agitar las historietas de los computadores de Reyes contra Chávez y Correa. Y en Colombia aparezcan videos y armas venezolanas en poder de las FARC. ¿Será eso simple coincidencia? Uribe Vélez es el comodín de un plan siniestro del Pentágono yanqui de desestabilización de los gobiernos progresistas de América Latina, en particular contra los procesos bolivariano y ecuatoriano. La gira es para llevar el argumento del gobierno colombiano, eludiendo el debate en UNASUR en donde el aislamiento uribista será fenomenal. La Casa de Nariño prefiere el contacto bilateral, excluyendo a Chávez y Correa. ¿Por qué todo este espectáculo? Es un show mediático de esos en que Uribe es tan hábil. Pero en este caso no puede tapar el sol con las manos, a pesar de la ceguera de los grandes medios que hacen de abogado del diablo.

J.D. ¿Es inevitable la guerra de Colombia con sus vecinos?

C.L. Es lo que quiere Uribe. Acuérdese usted que Fujimori en Perú se inventó la guerra con Ecuador para imponer su reelección. Estos dos personajes se parecen mucho. Pero la guerra es evitable. Los grandes medios de comunicación colombianos que alientan el chouvinismo barato deben entender que es una campaña peligrosa, promotora del belicismo y de la agresividad en las relaciones con los países vecinos. Lo que debe primar es la sensatez de países hermanos, unidos en el tronco común latinoamericano y en la gesta del mismo Libertador. No puede haber guerra con Venezuela y Ecuador, sería imperdonable en la historia, las futuras generaciones nunca lo entenderían. Todo puede resolverse por la vía pacífica y diplomática si hay voluntad en todos los comprometidos en este asunto. Pero es claro que el Gobierno de Uribe Vélez debe percatarse que no puede convertirse en el cachorro del imperio, en el peón de la guerra. Estados Unidos también debe ser consciente que no puede alentar el guerrerismo en beneficio de los complejos militar-industriales que se lucran de los conflictos en el planeta. Es la actitud vil de los imperialistas que siempre encuentra vasallos en estas latitudes.


J.D. ¿Para usted no hay suficiente solidaridad en América del Sur con la paz negociada en Colombia?

C.L. No sólo en América del Sur, en toda América Latina y en Europa. Hay demasiada condescendencia con Uribe Vélez, con el cuento de que es un presidente legítimo y constitucional. Pero ¿cuál legitimidad? Ya conocemos como fue aprobado el llamado “articulito” que reformó la Constitución hace cuatro años para establecer la reelección. La cual se quiere prolongar a un período más con el referendo reeleccionista, que ya se conoce cómo fue aprobado en medio de trampas y con financiación dudosa, hasta el punto que aún las cuentas de la campaña del referendo no tienen el visto bueno del Registrador Nacional del Estado Civil y del Consejo Nacional Electoral. También se sabe cómo se apoyó en el paramilitarismo a través de congresistas, dirigentes políticos regionales, empresarios y amigos con nexos con el narcoparamilitarismo para vencer en las elecciones. Eso lo denunciamos de manera oportuna en el semanario Voz. Para no hablar de la terrible corrupción en el Gobierno y de la flagrante violación de los derechos humanos y las ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos. Este Gobierno se apoya en mafias de políticos y empresarios que actúan con métodos ilegales. Esta es la clave para la enorme influencia que tiene en importantes sectores del país, con el respaldo de los grandes medios de comunicación. La oligarquía colombiana, al menos un sector importante de ella, actúa con métodos degradantes, hace mucho tiempo que perdió la decencia y para ella todo es válido para mantener el poder y silenciar a los opositores. La peor expresión de ello son los dos gobiernos de Uribe.

Todo esto tiene que influir a la hora de las definiciones. Unasur no puede apoyar a un Gobierno de esta calaña, sino orientarse a respaldar la paz y las salidas humanitarias, guardando distancia de la línea guerrerista de la “seguridad democrática” uribista que amenaza a los países vecinos. La principal amenaza en el vecindario son el Gobierno de Uribe Vélez y sus amos estadounidenses que colocarán bases agresivas en territorio colombiano. Esto es inaceptable. No puede haber más retórica en el exterior; lo que se requiere es más compromiso con la democracia y la paz de Colombia. Esta depende la solución política negociada y no de la guerra delirante uribista.

J.D. ¿Pero ese “respaldo” a Uribe no tiene que ver con la violencia de las FARC, con la existencia de una guerrilla que se percibe anacrónica?

C.L. Sobre las guerrillas existen muchas opiniones aún en sectores democráticos y de izquierda. Es parte de un debate que debe llevar a concluir que el mejor camino para superar el conflicto es la vía pacífica y política, acompañada de cambios democráticos que erradiquen las causas políticas, sociales y económicas de la confrontación. Es evidente que el rasero de la lucha democrática hoy es más exigente. No puede nadie a nombre de la revolución practicar el secuestro ni ningún acto degradante que afecte a la población civil.

Pero la existencia de la guerrilla en Colombia obedece a una realidad, a factores políticos y sociales muy fuertes que se retroalimentan con la bestialidad de la burguesía y el terrorismo de Estado. No hay una clase dominante igual, ni siquiera en Asia o Africa. En Colombia los ricos viven con las comodidades de un europeo y los pobres, la mayoría, con la pobreza extrema de África. Lo dice Naciones Unidas, no yo. La oligarquía siempre se negó a cambios mínimos democráticos. Su mezquindad es escandalosa.
El largo período del conflicto interno debe superarse mediante una paz con democracia y justicia social. El error histórico de Uribe fue creer que podía aplastar a la guerrilla por la vía militar y no lo logró a pesar de evidentes avances. Insistir en esa línea, con mayor apoyo yanqui con presencia en las bases militares, es prolongar la confrontación armada y profundizar la degradación en sus peores manifestaciones como el paramilitarismo, las desapariciones forzadas, las ejecuciones extrajudiciales, la guerra sucia, la violación de los derechos, atribuibles al paramilitarismo, a los agentes del Estado y al siniestro contubernio entre los dos anteriores.

El tema del daño de Uribe Vélez a la democracia va más allá de la existencia de la guerrilla colombiana. Porque la “seguridad democrática” no apunta sólo a la insurgencia, también y, quizás, con peor saña, contra la oposición política, en particular de izquierda, las ONG humanitarias, los dirigentes sindicales y populares. La persecución a los luchadores populares es permanente. Sin Uribe Vélez sería más fácil allanar el camino hacia la paz, después de tantos intentos precedentes. Con todo, hay que persistir en el trabajo de atraer a la guerrilla a la lucha política, sacarla de la guerra pero fortaleciendo la democracia, abriendo espacios políticos y propiciando la solución política negociada. Que los gringos se vayan a buscar su guerra en otra parte y de paso les regalamos a Uribe Vélez. Colombia tiene derecho a una paz plena, pero con democracia y cambios sociales.

J.D. ¿Este “Estado ideal” sería posible en un gobierno del Polo Democrático?

C.L. No creo en un “Estado ideal”, este fue la creación idealista de Platón. Creo en el estadio humanista de la sociedad. En el socialismo, afincado en la igualdad y la democracia, entendiendo por igualdad el trato digno al ser humano. En un mundo en que se conquisten importantes avances políticos, sociales, científicos y culturales. Un tránsito hacia esa perspectiva en Colombia sería un gobierno del Polo Democrático Alternativo, en 2010, liderado por el maestro Carlos Gaviria Díaz, un hombre transparente, humanista y decente. Carlos Gaviria adelantaría un Gobierno de izquierda sin ambigüedades ni temores, mucho menos con posiciones pusilánimes, siempre amplio porque convoca a los demócratas y a los sectores sociales, en primer lugar a los trabajadores. Esto abriría el camino hacia la democracia y la justicia social y por ende a la solución política del conflicto. Se acabaría con cualquier argumento para buscar el poder mediante el uso de las armas. Se confirmaría la tendencia predominante en la actualidad de que lo fundamental es la vía democrática y de masas para los cambios populares.

J.D. ¿Usted es candidato a la Cámara, cree que su elección contribuirá a esos cambios deseables?

C.L. No sólo la mía. Sino la de una fuerte y definitiva bancada de la izquierda, del Polo Democrático Alternativo en el Senado y la Cámara, que sería garantía para sacar adelante numerosos proyectos sociales y populares.

J.D. Hay dudas de que así sea.

C.L. Las dudas las promueve la “gran prensa”, los grandes medios de comunicación oligárquicos que pescan en el río revuelto de la batalla de ideas en el Polo, que magnifican el debate y promueven la división tocando el ego de ciertos seudocaudillos en la izquierda, que ya no son de izquierda. Pero en la práctica hay masas polistas ávidas de cambio, de definiciones a la izquierda y así lo van a demostrar el próximo 27 de septiembre en la consulta presidencial, porque la elección de Carlos Gaviria será apabullante. Vamos por un gobierno popular. ¡Por un Gobierno decente, Carlos Gaviria presidente!

J.D. ¿Se cayó la “farcpolítica”?

C.L. Sí, no tuvo elección, fue un montaje político del Gobierno Nacional y los organismos de seguridad del Estado para perseguir a los luchadores por la paz y el intercambio humanitario, algo exótico para Uribe Vélez. Somos varios los absueltos y lo mismo va a ocurrir con Piedad Córdoba, Wilson Borja y hasta con Liliany Obando y el profesor Miguel Angel Beltrán, los dos en prisión sin ningún fundamento.

J.D. En su caso apeló la Fiscalía, ¿por qué?

C.L. No conozco las razones. Apeló fue la agente de la Procuraduría General de la Nación, organismo de control para el recto cumplimiento de las funciones de los servidores públicos. Aún no ha entregado el alegato de la apelación. Pero no tiene sentido. El fundamento, la filosofía de la Procuraduría es velar por el debido proceso, por la recta aplicación de la justicia, pero en mi caso como en el del ex ministro Álvaro Leyva Durán lo que hace la Procuraduría es asumir la condición de acusador la cual es propia de la Fiscalía, la misma que nos exoneró por preclusión de la investigación. No extraña porque este procurador es “conocido de autos”. Es una apelación sin mucho futuro, pero hay que esperar el resultado. Entre tanto, seguiremos en la lucha por la paz y la democracia, nada podrá silenciarnos.

J.D. ¿Si usted es diputado en la Cámara de Representantes, quién será el nuevo director del diario Voz, que tiene prestigio en la izquierda y en el continente? Lo digo porque se habla muy bien de Voz, de su director y porque sobrevivió a la debacle de la vieja izquierda.

C.L. Voz continuará su camino. Su labor periodística como un medio revolucionario, de izquierda y alternativo. Con el mismo coraje y el mismo valor. Tendrá un nuevo director que será designado en el momento oportuno. Voz es lo importante, es lo fundamental, sus colaboradores y directivos somos transitorios en su vida, jugamos un papel, pero no somos imprescindibles. Otro ocupará el cargo y lo hará igual o mejor que nosotros, de eso estoy seguro.

J.D. Gracias colega y buena suerte.

C.L. Muchas gracias y hasta pronto.


Publicado por ARGENPRESS en 17:22:00
Etiquetas: Colombia, Javier Díaz, opinión

MALABARISMO PRESUPUESTAL, por Amylkar Acosta

Saludos:

Es muy sano que tengamos en cuenta los comentarios de Amylkar Acosta, en torno al presupuesto nacional.
Como colombianos y ciudadanos preocupados por nuestra suerte, es importantísimo que lo hagamos.
Y lo comento, porque a veces vamos por la vida sin rumbo, sin conocer lo que está pasando con nuestras propias finanzas.
Amylkar, es uno de los costeños que se ha dedicado a leer y estudiar la economía colombiana. Y se preocupa mucho por la suerte de sus compatriotas.
Compartamos con este economista su preocupación...

Luis Emilio Rada C.


MALABARISMO PRESUPUESTAL

Amylkar D. Acosta M

Entre el cúmulo de proyectos sometidos a la consideración del Congreso de la República en esta última legislatura, unos que hicieron tránsito de la anterior legislatura y otros que apenas inician su trámite, está el Proyecto de ley de presupuesto general de la Nación para la vigencia de 2010. La elaboración, presentación y trámite de este deben ceñirse a lo establecido en la Ley orgánica de presupuesto (Decreto ley 111 de 1996), debe sujetarse a lo previsto en la Ley orgánica de planeación (Ley 152 de 1994) y guardar correspondencia con el Plan General de desarrollo vigente ( ). Ahora bien, con la expedición en 2003 de la Ley 819 de Responsabilidad fiscal, se metió en cintura tanto al gobierno central como a las entidades territoriales, al establecer una especie de camisa de fuerza para cuerdos que les impone una gran disciplina fiscal en orden a procurar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Dicha Ley les fija unas metas anuales de superávit primario a alcanzar, esto es, que los ingresos corrientes sean superiores a los gastos de inversión y funcionamiento, lógicamente sin incluir el pago de intereses de deuda. Un aspecto fundamental es la obligación que se deriva de la misma de la presentación a las comisiones económicas del Congreso de la República, a más tardar el 15 de junio de cada año, del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP). En este debe estar claramente definida la programación macroeconómica y fiscal, de la cual se derivan las metas anuales de gasto público: cálculo del déficit fiscal y las fuentes de su financiamiento, así como la meta de superávit primario, la cual debe ser consistente con una senda sostenible de deuda pública.
Dado que la radicación por parte del gobierno y la aprobación en el Congreso de la República deben cumplir con unos términos que están normados en la Ley, el primero procedió a la presentación del Proyecto de presupuesto para la vigencia de 2010 el pasado 29 de julio y su aprobación muy seguramente se dará al filo de la media noche del 20 de octubre, para no perder la costumbre de hacerlo en la agonía del plazo límite legal. El tiempo ya empezó a correr y las preocupaciones tanto del gobierno como de su bancada son otras bien distintas, están obsesionados y obnubilados con el engendro del referendo reeleccionista; por si ello fuera poco, por lo menos este primer período de la actual legislatura va a estar atravesada por los desencuentros diplomáticos y los estragos que ellos están provocando en el sector externo de nuestra economía.

DESFASES Y PRIORIDADES
Esta vez el monto del proyecto de presupuesto es de $148.3 billones. Llama poderosamente la atención que mientras los gastos crecen un 7% con relación al presupuesto de la vigencia 2009, los ingresos corrientes de la Nación a duras penas aumentan 3.3%. Y eso que el gobierno espera que a través del Plan Antievasión de la DIAN se puedan recaudar $1.4 billones adicionales, disminuyendo la tasa de evasión en dos puntos para renta y en un punto en IVA. Adicionalmente, como es bien sabido, el gobierno pretende obtener con su Proyecto de “ajuste” tributario $2.1 billones, de los cuales $1 billón sería para la “seguridad democrática”. Con ello pretende contrarrestar el efecto combinado sobre los recaudos de la recesión económica –el año entrante se sentirá con mayor severidad su impacto - y la feria de las gabelas tributarias al gran capital . Este desfase de los gastos con respecto a los ingresos se pretende solventar recurriendo a los recursos de capital provenientes de la colocación desmedida de deuda pública y ello explica el brinco del 15.1% que se prevé para el año entrante. Pero, de la misma manera que se dispara el endeudamiento público, el servicio de la deuda también se eleva y de qué manera, 15.5% y ello que el peso de la misma se ha visto aliviado por la revaluación del peso con respecto al dólar, amén de que buena parte de la deuda externo se pesificó.
Es notorio el contraste, mientras para educación se apropia $17.1 billones y para inversión $24.4 billones, el servicio de la deuda absorbe $40.7 billones, 11% más que en 2009. Un aspecto que ha llamado poderosamente la atención es la destinación de $1.1 billones de gastos contingentes para cubrir los requerimientos que se derivan de las sentencias judiciales que condenan a la Nación. Este rubro se ha venido convirtiendo en un hueco negro por donde se van buena parte de los recursos del Estado, sin que de ello se siga el establecimiento de responsabilidades y en acciones de repetición en contra de los funcionarios negligentes. Se destaca también el hecho de que si sumamos las sumas apropiadas para Defensa Nacional, $8.5 billones y Orden público y seguridad ciudadana, $8.7 billones nos dan $17.2 billones, superando el magro presupuesto de educación. Y qué decir de la exigua partida asignada para Ciencia, Tecnología e Innovación (C + T + I), de sólo $198.000 millones, con lo cual la recientemente expedida Ley 1286 de ciencia y tecnología se tornará nugatoria en su aplicación. Con ello se está enviando un pésimo mensaje, en el sentido que entre las prioridades para este gobierno está primero la guerra que la educación!
Es de anotar que, según reciente estudio de Asobancaria, el Balance del Sector Público Consolidado (SPC), después de estar prácticamente equilibrado en 2008 (-0.1% del PIB), al tiempo que este año se cerrará con un déficit de 2.4%, ahora se prevé un déficit para el 2010 de 4.4%; es decir, que vamos de mal en peor. Como se sostiene en el MFMP “el mayor déficit lo explica en su totalidad el comportamiento de los ingresos que pasan de 16.1% del PIB a 14.5% del PIB entre 2009 y 2010”. Y lo que es más grave, este Proyecto de presupuesto tampoco es tranquilizador en cuanto a la estabilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas, habida cuenta que el Balance primario pasará de arrojar un superávit cercano al 1% del PIB durante los dos años anteriores a -0.6% este año y -1.1% del PIB para el 2010, lo cual es una muy mala señal, sobre todo para las calificadoras de riesgo.

SIN MÁRGEN DE MANIOBRA
Ahora, refirámonos a lo concerniente a los supuestos de los cuales partió el gobierno para proponer este Proyecto de presupuesto. El Ministro de Hacienda parte de la base de que Colombia “ha resistido mejor esta crisis y lo que esperamos es que este segundo semestre pueda tener indicadores más favorables que nos permitan lograr la meta de crecimiento positivo para este año” . Él parte de la premisa de que el crecimiento del PIB para el año entrante será de 2.5%, meta esta que no consulta para nada la realidad y luce demasiado optimista . Asume, además, una devaluación del peso para todo el año de 0.8%, lo cual es irreal, pues el mayor endeudamiento previsto, la diferencia de tasas de interés con respecto a los Estados Unidos y la Unión Europea, así como la afluencia de capitales non sanctos al país, van seguir presionando la revaluación del peso.
Todo lo anterior nos hace ser muy pesimista sobre el margen de maniobra que tendrá el gobierno en el 2010 con este proyecto de presupuesto, que lejos de ser contracíclico, como lo demanda la actual coyuntura es más procíclico. Ya veremos los malabares a los que tendrá que recurrir el gobierno entrante, que puede ser el mismo actual para sortear este desbarajuste fiscal. Sobre todo si tenemos en cuenta las rigideces estructurales de la presupuestación del gasto público, pues más del 85% del monto del presupuesto está predeterminado por un manojo de normas que compartimentan el gasto. La gran paradoja es que el Constituyente de 1991 estableció la expresa prohibición de rentas con destinación específica (CN, artículo 359), excepción hecha del gasto social. Según un estudio del FMI, Colombia es el país de la región con el mayor porcentaje de gastos predeterminados.

RIGIDECES Y GAMBETAS
En concepto del analista Mauricio Cárdenas, “las inflexibilidades surgen endógenamente del proceso político bajo el cual se formula la política fiscal” y añade que ello se da “a costa de representatividad y adaptabilidad”. Un ejemplo patético de ello es el impuesto de guerra, el cual se ha venido renovando por la vía de su temporalidad, en la cual insiste el gobierno; esta es una forma de hurtarle el cuerpo a la norma, gambeteándola. Otra modalidad a través de la cual se soslaya dicha prohibición son las tales vigencias futuras, de las cuales se hace uso y abuso constantemente. A pesar de que la Ley de Responsabilidad fiscal no admite que se puedan adquirir compromisos más allá del período de gobierno, se dan casos como las vigencias futuras de la Nación para el Metro de Bogotá de US $100 millones anuales de forma ilimitada. Este es otro factor que contribuye a las inflexibilidades, junto con el servicio de la deuda, que es impajaritable; pero, siempre que se alude a las rigideces presupuestales se les endilga básicamente al Sistema General de Participación (SGP) y a las pensiones. Mauricio Cárdenas tiene toda la razón cuando afirma dada esta proliferación de inflexibilidades “es comprensible que la discusión sobre el proceso presupuestal haya pasado a un segundo plano”. Lo más tenaz es que ello restringe la posibilidad de utilizar la política fiscal para estabilizar el ciclo económico, sobre todo en circunstancias tan delicadas como la actual. Prácticamente los únicos rubros en el presupuesto susceptibles de ajustar son la inversión y los gastos generales, por ello es sobre ellos que siempre recaen los recortes o aplazamientos del gasto.

Bogotá, agosto 6 de 2009
www.amylkaracosta.net