Alrededor de las 12
meridiano, en la calle 58, entre las carreras 76 y 75, se cayó un árbol y todos
nos preocupamos.
Muchos pensamos: “si ese
árbol nos cae encima, no lo podríamos soportar… y podríamos morir o soportar
una lesión enorme”.
Tomé unas fotografías,
para registrar el hecho y me fui a un almuerzo, al que estaba invitado.
Siempre pendiente del
suceso…
Lo interesante fue que,
cuando terminó el evento, pasé nuevamente por el sitio y ya el árbol era
historia. Ni desorden, ni árbol, ni troncos… todo estaba organizándose para que
Barranquilla termine su navidad como lo merece…
Bien por esa.
Luisemilioradaconrado
