Decisión que, obviamente, él comparte, pero que no cayó muy bien dentro de la comunidad barranquillera y atlanticense.
Leamos a Humberto...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Empresarios amenazantes
Por Humberto
Mendieta
No es muy elegante ni ético amenazar con mudarse para
no pagar lo debido, sobre todo cuando un fallo legal así lo obliga. A eso huele
y sabe la posición de Ricardo Rosales Zambrano, reconocido dirigente político y
gerente de una empresa de años de trayectoria como lo es Ciledco, que junto a
Coolechera deben miles de millones de pesos en impuestos de Industria y
Comercio, tal cual lo asegura la Alcaldía.
Una suma que ratifica el Tribunal Administrativo del
Atlántico mediante fallo que sacó de casillas a Rosales, quien además es el
presidente del Comité Departamental del Centro Democrático en el Atlántico.
Y todos los argumentos son válidos en sana discusión,
hasta cuando la justicia decide, que inclusive puede ser un fallo impreciso o
equivocado, y para eso son las diferentes instancias. Lo que cae muy mal en la
opinión pública es la amenaza de mudarse a otra parte, y más cuando esta viene
adobada con una frase lapidaria y populista: “500 empleados quedarán en la
calle”.
¿No saben acaso los directivos lecheros que los
cierres parciales o totales de las empresas solo pueden hacerse por razones
técnicas o económicas? Y esos cierres deben obedecer a la modernización de
equipos, al reemplazo de procesos ineficientes o cualquier otra situación
similar que ponga en peligro la estabilidad de la compañía. Y para complemento
les recordamos que si hubiese una de estas causales es obligante la
autorización del Ministerio del Trabajo. Además, los empleados tendrían derecho
al pago de sus prestaciones y al de una suma equivalente a un despido sin justa
causa. Entre corral y corral, los abogados y directivos de las cooperativas
lecheras deberían leer los artículos 66 y 67 de la Ley 50 de 1990.
Rosales Zambrano ha dicho que se trata de una infame
persecución por parte del gerente de Gestión de Ingresos Tributarios de
Barranquilla. Las procesadoras arguyen que la labor que realizan es una
actividad primaria y por lo tanto no están obligados por ley a pagar los
impuestos que han provocado la ira del hábil dirigente.
Se le olvida al Gallo Rosales, como popularmente se le
conoce, que generaciones de barranquilleros se han levantado bebiendo de su
leche. Un producto que las cooperativas ofrecen por ser homogeneizado y
pasteurizado, lo cual hace presumir su industrialización. Aunque los médicos de
ahora dicen que ese alimento es para los terneros, que dispara las alergias y
además es la causa de incómodos problemas estomacales, aun siendo deslactosado
y maquillado, como se vende.
Tal vez Rosales Zambrano debería dar más argumentos en
derecho y menos pataletas contra la justicia y contra una ciudad que lo ha
acogido desde que se vino de su natal Sitionuevo. La posición de Rosales
Zambrano hace honor a su cariñoso remoquete. Se comporta como un gallito de
pelea ante un requerimiento administrativo y una decisión judicial. El Gallo se
ha caracterizado por ser un hombre inteligente, beligerante y trabajador. Tiene
suficiente cerebro para dar una digna pelea legal, no tiene que amenazar con
mudarse. ¿Y qué tal que millones de consumidores se mudaran de marca de leche?
Humberto Mendieta
Cel: 310 630 33 01